Vida de película, la del bailarín Julio Bocca. A los nueve meses camina. Al año y medio, chupete en boca, trepa a un escenario y se mezcla en la función. A los cuatro debuta en el teatro El Globo. A los ocho ingresa al Instituto de Danzas del Teatro Colón y supera la prueba (aunque no tiene los diez años reglamentarios). A los quince actúa siete meses en el Carreño, de Caracas, y debuta como solista en Río de Janeiro. A los dieciocho, ya primer bailarín del Colón, gana la medalla de oro en el mayor certamen de danza del planeta, el de Moscú. A los diecinueve es nombrado, por Mikhail Baryshnikov, principal dancer del American Ballet Theatre de Nueva York. Julio Bocca, uno de los máximos bailarines de fin de siglo, actúa en galas, ante la realeza, o en estadios, ante multitudes. Detrás de su fama mundial, hay una vida asombrosa. No conoció a su padre; tuvo un abuelo obrero que le adivinó absolutamente su futuro de bailarín; se crió en una casa modestísima, en un barrio de provincia y, todavía adolescente, conquistó Moscú y Nueva York. Príncipe en el escenario y muchacho del común, irreconocible, en la vida cotidiana. Julio Bocca cuenta aquí su vida, en un libro que por momentos transcurre como una novela, por momentos como una sucesión de flashes cinematográficos, por momentos como un tenso reportaje. El desnudamiento de Bocca surge, además, por el asedio a que lo somete el coautor del libro, Rodolfo Braceli, incansable intruso que aparece y desaparece sin aviso, para alumbrar los rincones más escondidos del personaje. El relato y los testimonios que lo complementan trascienden el contenido de las cómodas biografías al uso. Aquí emerge un Julio Bocca carnal que no apela a los dobles discursos y transita con sinceridad inusual, conmovedora, por ausencias, sueños, dolores, ternuras, humores y emociones. Los secretos de un príncipe estelar que lucha duramente por defender su condición de mendigo. Un libro para quienes lo veneran como bailarín y también para quienes jamás entraron en el mundo de la danza. Un libro para todos.